Sentirse joven es una cuestión de actitud. De cómo afrontamos cada día y con qué ánimo salimos a la calle. Si te sientes algo decaída y echas de menos la energía y vitalidad de la que disfrutabas hace algunos años, es el momento de cambiar. Nada de quirófanos, dietas milagrosas o tratamientos peligrosos (y de